jueves, 16 de mayo de 2013

NIÑA EN UN MUNDO AZUL...

Fui niña rosa en un mundo azul,
Y me miraban caras, rostros sin formas observaban mi color.
Caminaba. Pasos azules me seguían
Comencé a volar
¡ libertad rosa en un mundo azul ¡
mundo azul reía., mi vuelo, rápido, veloz descendía
mundo azul me seguía
...y caí sobre él
oí aplausos y alegrías, era azul mi vida
y viví, y hoy vivo azul pero con el corazón siempre rojo.
.
 

sábado, 11 de mayo de 2013

KHALIL GIBRAN RECORDANDO

Biografía

El segundo de cuatro hermanos, vivió con ellos hasta los 11 años, cuando gran parte de su familia emigra a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para trabajar y vivir. Antes de ese viaje, aprende de otras personas, entre ellas su abuelo materno, del conocimiento del arte y del saber universal, que fueron base para la literatura y la pintura. Ya con el tiempo aprendió y cultivó con devoción el inglés, lengua que haría famosas sus novelas, aunque no olvidó el árabe, que perfeccionó tras su regreso a Líbano en 1898. Durante esa estancia en su país natal, destaca por su habilidad en el dibujo y nace en él la idea de escribir un libro, El Profeta, que con el tiempo sería su obra cumbre.

Su habilidad por el dibujo y la pintura lo llevó a crear obras tan importantes que se exhibieron en varias partes del mundo y llegaron a compararse con trabajos de Auguste Rodin o William Blake.[1]
En 1902, Gibrán regresó a Boston y sin dejar de escribir, inicia su vocación por la pintura, que le llevaría a ser famoso por doquier; y es en París donde hace exponer sus obras y gana el elogio de la crítica. Luego, en la capital francesa, saca su mejor provecho cultural. En 1912 es publicado el libro Las Alas Rotas que había comenzado en 1906. Sus primeros textos los publica en la revista libanesa "Al-Manarah", una publicación fundada por el propio Gibrán, junto a Youssef Howayek. Inicia también en esa época una serie de viajes por Europa que enriquecerán su bagaje cultural.
Gibrán trabaja en la confección de El Profeta, que finalmente logra publicarse en 1923, con éxito total e imágenes de su propia autoría. Antes había publicado El Loco y posteriormente El Precursor. En esa época, malos presentimientos le invaden el alma y desea retornar a su patria, pero su salud decae constantemente hasta el final de su vida.
En 1917 fija su residencia en Nueva York (ciudad en la que falleció en 1931, a los 48 años).

Obras  más de veinte idiomas.

Espíritus Rebeldes (1903)
  • Alas Rotas (1912)
  • Lágrimas Y Sonrisas (1914)
  • La Procesión (1918)
  • El Loco (1918)
  • La Tempestad (Entre Noche Y Día) (1920)
  • El Profeta (1923)
  • Lazaro Y Su Amada (1925)
  • Arena Y Espuma (1926)
  • Jesús, el Hijo del Hombre (1928)
  • El Precursor (1929)
  • Los dioses De La Tierra (1931)
  • Entre noche y Día
  • El jardín del Profeta
  • El Maestro
  • La voz del Maestro

Obras Póstumas

Sus obras han sido traducidas a más de veinte idiomas.

Memorial de Kahlil Gibran en Washington D.C..
  • Espíritus Rebeldes (1903)
  • Alas Rotas (1912)
  • Lágrimas Y Sonrisas (1914)
  • La Procesión (1918)
  • El Loco (1918)
  • La Tempestad (Entre Noche Y Día) (1920)
  • El Profeta (1923)
  • Lazaro Y Su Amada (1925)
  • Arena Y Espuma (1926)
  • Jesús, el Hijo del Hombre (1928)
  • El Precursor (1929)
  • Los dioses De La Tierra (1931)
  • Entre noche y Día
  • El jardín del Profeta
  • El Maestro
  • La voz del Maestro

     El Vagabundo (1932)

  • Ninfas Del Valle (1948)
  • La Voz Del Maestro (1959)
  • Pensamientos Y Meditaciones (1961)
  • Dichos Espirituales (1963)
  • Autorretrato (1960)

  • Ninfas Del Valle (1948)
  • La Voz Del Maestro (1959)
  • Pensamientos Y Meditaciones (1961)
  • Dichos Espirituales (1963)
  • Autorretrato (1960)

viernes, 10 de mayo de 2013

DIA DE LA MADRE



 

Fundidos en un abrazo...,
me sostenías vigotoroso.
No sentimos  la temperatura del sol
como jóvenes lo difrutabamos...,
pues amándonos éramos  uno.

Ahora ya no es así...,
pero aún seguimos amándonos...,
todavía somos uno...,
  con la complicidad del sol.

ODA . PABLO MERUDA

La poesía es blanca:
sale del agua envuelta en gotas,
se arruga, y se amontona,
hay que extender la piel de este planeta
,

hay que planchar el mar de su blancura
y van y van las manos,
se alisan las sagradas superficies
y así se hacen las cosas:
las manos hacen cada día el mundo,
se une el fuego al acero,
llegan el lino, el lienzo y el tocuyo
del combate de las lavanderías
y nace de la luz una paloma:
la castidad regresa de la espuma

domingo, 5 de mayo de 2013

MATAS A LA MUJER QUE DA VIDA. FEMICIDIO

NUESTRO PAIS EN ALGO ES LIDER..., DESGRACIADAMENTE EN LOS FEMICIDIOS.
QUE PASA POR LA MENTE DE LOS JUECES, QUE NO DAN PENAS EJEMPLARIZADORAS
A ESTOS VERDADEROS, QUE SIMPLEMENTE POR HOMBRES..., PUEDEN MATAR A MUJERES.
SI, MUJERES ESAS MISMAS QUE DAN LA VIDA, POR DARLES LA VIDA.
 
Nuevo femicidio en la región Metropolitana: Hombre apuñala a mujer en la vía pública
Lunes 18 marzo 2013 | 1:33 ·
Imagen: Archivo | Cristobal Escobar/Agencia UNO
Un nuevo femicidio se registró este domingo en la región Metropolitana, específicamente en la comuna de Puente Alto, crimen que se suma a los ocurridos en Estación Central y Conchalí, respectivamente.
El hecho ocurrió en calles Juanita con Sargento Menadier, donde según información preliminar de la policía, falleció Carmen Gloria Vásquez tras ser atacada con un cuchillo por su marido.
Un testigo relató: el hombre apuñaló a la mujer en el tórax, dándose posteriormente a la fuga por una plaza en donde abandonó el arma, que fue encontrada por niños que jugaban en el lugar.
Se trataría de un matrimonio que a eso de las 22:30 horas tuvo una fuerte discusión, que terminó con el homicidio al interior de la población El Volcán 2.
Carabineros investiga el hecho, mientras siguen las diligencias para dar con el supuesto autor del homicidio.

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sábado, 4 de mayo de 2013

GABRIELA MISTRA-PREMIO NOBEL-CHILENA. ... RECORDANDO


(


GABRIELA MISTRAL

ROCÍO

   Esta era una rosa
llena de rocío:
éste era mi pecho
con el hijo mío.

   Junta sus hojitas
para sostenerlo:
esquiva la brisa
por no desprenderlo.

   Descendió una noche
desde el cielo inmenso;
y del amor tiene
su aliento suspenso.

   De dicha se queda
callada, callada:
no hay rosa entre rosas
más maravillada.

   
Esta era una rosa
llena de rocío:
éste era mi pecho
con el hijo mío.
        

                                                                                               LA MADRE GRANADA
                                                                                                DE GABRIELA MISTRAL


Contaré una historia en mayólica
rojo-púrpura y rojo-encarnada,
en mayólica mía, la historia
de Madre Granada.
Madre Granada estaba vieja,
requemada como un panecillo;
mas la consolaba su real corona,
larga codicia del membrillo.

Su profunda casa tenía partida
por delgadas lacas
en naves donde andan los hijos
vestidos de rojo-escarlata.
Con pasión de rojeces, les puso
la misma casulla encarnada.
Ni nombre les dio ni los cuenta nunca,
para no cansarse, la Madre Granada.
Dejó abierta la puerta,
la Congestionada,
soltó el puño ceñido,
de sostener las mansiones, cansada.
Y se fueron los hijos
de la Empurpurada.
Quedóse durmiendo y vacía
la Madre Granada...
Iban como las hormigas,
estirándose en ovillos,
iguales, iguales, iguales,
río escarlata de monaguillos.
A la Catedral solemne llegaron,
y abriendo la gran puerta herrada,
entraron como langostinos
los hijos de Madre Granada.
En la Catedral eran tantas naves
como cámaras en las granadas,
y los monaguillos iban y venían
en olas y olas encontradas...
Un cardenal rojo decía el oficio
con la espalda vuelta de los armadillos.
A una voz se inclinaba o se alzaba
el millón de monaguillos.

Los miraban los rojos vitrales,
desde lo alto, con viva mirada,
como treinta faisanes de roja
pechuga asombrada.
Las campanas se echaron a vuelo;
despertaron todo el vallecillo.
Sonaban en rojo y granate,
como cuando se quema el castillo.
Al escándalo de los bronces
fueron saliendo en desbandada
y en avenida bajaron la puerta
que parecía ensangrentada.
La ciudad se levanta tarde
y la pobre no sabe nada.
Van los hijos dejando las calles;
entran al campo a risotadas...
Llegan a su tronco, suben en silencio,
entran al estuche de Madre Granada,
y tan callados se quedan en ella
como la piedra de la Kaaba.

Madre Granada despertóse llena
de su millón rojo y sencillo;
se balanceó por estar segura;
pulsó su pesado bolsillo.
Y como iba contando y contando,
de incredulidad, la Madre Granada,
estallaron en risa los hijos
y ella se partió de la carcajada...
La granada partida en el huerto,
era toda una fiesta incendiada.
La cortamos guardando sus fueros
a la Coronada...
La sentamos en un plato blanco,
que asustó su rojez insensata.
Me ha contado su historia, que pongo
en rojo-escarlata...


Hija de Juan Jerónimo Godoy Villanueva, profesor, y de Petronila Alcayaga Rojas, de ascendencia vasca.[3] Gabriela Mistral nació en Vicuña, ciudad en la que hoy existe un museo[4] dedicado a ella en la calle donde nació y que hoy lleva su nombre. A los diez días sus padres se la llevaron a La Unión (Pisco Elqui), pero su "amado pueblo", como ella misma decía, era Montegrande, donde vivió de los tres a los nueve años, y donde pidió que le dieran sepultura.
Sus abuelos paternos, oriundos de la actual Región de Antofagasta, fueron Gregorio Godoy e Isabel Villanueva; y los maternos, Francisco Alcayaga Barraza y Lucía Rojas Miranda, descendientes de familias propietarias de tierras del Valle de Elqui. Gabriela Mistral tuvo una media hermana, que fue su primera maestra, Emelina Molina Alcayaga, y cuyo padre fue Rosendo Molina Rojas.
Aunque su padre abandonó el hogar cuando ella tenía aproximadamente tres años, Gabriela Mistral lo quiso y siempre lo defendió. Cuenta que «revolviendo papeles», encontró unos versos suyos, «muy bonitos». «Esos versos de mi padre, los primeros que leí, despertaron mi pasión poética», escribió.[5]
A los 15 años se enamoró platónicamente de Alfredo Videla Pineda, hombre rico y hermoso, más de 20 años mayor que ella, con el que se carteó durante casi año y medio. Después conoció a Romelio Ureta, un funcionario de ferrocarriles. Este sacó un dinero de la caja del ferrocarril donde trabajaba con el fin de ayudar a un amigo; como no lo pudo devolver, Ureta se suicidó. Más tarde -a raíz de su triunfo en los Juegos Florales con Sonetos de la muerte, versos que relacionaron con el suicida- nació el mito, que tuvo amplia difusión, del gran amor entre ambos.
En 1904 comienza a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de la Compañía Baja en La Serena y empieza a mandar colaboraciones al diario serenense El Coquimbo. Al año siguiente continúa escribiendo en él y en La Voz de Elqui, de Vicuña.
Desde 1908 es maestra en la localidad de La Cantera y después en Los Cerrillos, camino a Ovalle. No estudió para maestra, ya que no tenía dinero para ello, pero posteriormente, en 1910, convalidó sus conocimientos ante la Escuela Normal N° 1 de Santiago y obtuvo el título oficial de Profesora de Estado, con lo que pudo ejercer la docencia en el nivel secundario. Este hecho le costó la rivalidad de sus colegas, ya que este título lo recibe mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia, sin haber concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. Posteriormente su valía profesional quedó demostrada al ser contratada por el gobierno de México para asentar las bases de su nuevo sistema educacional, modelo que actualmente se mantiene vigente casi en su esencia, pues solo se le han hecho reformas para actualizarlo.

Inicios literarios

Gabriela Mistral en 1925.
El 12 de diciembre de 1914 obtiene el primer premio en el concurso de literatura de los Juegos Florales organizados por la FECh en Santiago, por sus Sonetos de la Muerte.
Desde entonces utilizó el seudónimo literario Gabriela Mistral en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, el italiano Gabriele D'Annunzio y el francés Frédéric Mistral. En el año 1917 Julio Molina Núñez y Juan Agustín Araya publican una de las más importantes antologías poéticas de Chile, Selva Lírica, donde Lucila Godoy aparece ya como una de las grandes poetisas chilenas. Esta publicación es una de las últimas en que utiliza su nombre verdadero.
Desempeñó el cargo de inspectora en el Liceo de Señoritas de La Serena. Además fue destacada educadora; visitó México, Estados Unidos y Europa estudiando las escuelas y métodos educativos de estos países. Fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico.
El hecho de haber vivido desde Antofagasta, en el extremo norte, hasta el puerto de Punta Arenas en el extremo sur, donde dirigió su primer liceo y estimuló la vida de la ciudad, la marca para siempre. Su apego a Punta Arenas también se debió a su relación con Laura Rodig, que vivía en aquella ciudad. Pero la escritora de Elqui no soportaba bien el clima polar. Por eso, pidió un traslado, y en 1920 se mudó a Temuco, desde donde partió en ruta a Santiago en 1921. Durante su estancia en la Araucanía conoció a un joven llamado Neftalí Reyes, quien posteriormente sería conocido mundialmente como Pablo Neruda.
Gabriela Mistral aspiraba a un nuevo desafío después de haber dirigido dos liceos de pésima calidad. Opositó y ganó el puesto prestigioso de directora del Liceo Nº6 de Santiago, pero los profesores no la recibieron bien, reprochándole su falta de estudios profesionales.
Desolación, considerada su primera obra maestra, aparece en Nueva York en 1922 publicada por el Instituto de Las Españas, a iniciativa de su director Federico de Onís. La mayoría de los poemas que forman este libro los había escrito diez años atrás mientras residía en la localidad de Coquimbito.
El 23 de junio de ese año Gabriela Mistral zarpa hacia México en el vapor Orcoma acompañada de Laura Rodig, invitada por el entonces ministro de Educación José Vasconcelos. Allí permaneció casi dos años, trabajando con los intelectuales más destacados del mundo hispanoparlante en aquel entonces.
En 1923 se inaugura su estatua en México, se publica allí su libro Lectura para mujeres, aparece en Chile la segunda edición de Desolación con una tirada de 20.000 ejemplares y aparece en España la antología Las mejores poesías, con prólogo de Manuel de Montoliú.
Gabriela Mistral con el muralista colombiano Santiago Martínez Delgado, en 1930.
Tras una gira por Estados Unidos y Europa, volvió a Chile, donde la situación política era tan tensa que se vio obligada a partir de nuevo, esta vez para servir en Europa como secretaria de una de las secciones de la Liga de Naciones en 1926; el mismo año ocupa la secretaría del Instituto de Cooperación Internacional, de la Sociedad de las Naciones, en Ginebra.
En 1924 publica en Madrid Ternura, libro en el que practica una novedosa "poesía escolar", renovando los géneros tradicionales de la poesía infantil (por ejemplo, canciones de cuna, rondas, y arrullos) desde una poética austera y muy depurada. Petronila Alcayaga, su madre, murió en 1929, por lo cual le dedicó la primera parte de su libro Tala.

Su vida es, en adelante, una continuación de la errantía incansable que conoció en Chile, sin un puesto fijo en que utilizar su talento. Preferirá, entonces, vivir entre América y Europa. Así, viaja, por ejemplo, a la isla de Puerto Rico en 1931, como parte de un tour del Caribe y de América del Sur. Es en esta gira donde la nombra "Benemérita del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional" en Nicaragua el general Augusto Sandino, a quien había dado su apoyo en numerosos escritos. Además dio discursos en la Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, en Santo Domingo, en Cuba, y en todos los demás países de la América Central.
A partir de 1933, y durante un periodo de veinte años, trabajó como cónsul de su país en ciudades de Europa y América. Su poesía ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, resultando muy influyente en la obra creativa de muchos escritores latinoamericanos posteriores, como Pablo Neruda y Octavio Paz. Sus diversos poemas escritos para los niños se recitan y cantan en muy diversos países en la actualidad. Muchos de sus poemas y libros han sido leídos por niños y adultos en diversos países.

Premio Nobel

La noticia de que había ganado el Nobel la recibió en 1945 en Petrópolis, la ciudad brasileña donde desempeñaba la labor de cónsul desde 1941 y donde se había suicidado Yin Yin[6] (Juan Miguel Godoy Mendoza) a los 18 años, su sobrino según se decía, hijo de un hermanastro y al que, con su amiga y confidente Palma Guillén, había adoptado y con el que vivía por los menos desde que este tenía cuatro años.
La motivación para entregarle el premio fue "su obra lírica que, inspirada en poderosas emociones, ha convertido su nombre en un símbolo de las aspiraciones idealistas de todo el mundo latinoamericano".[7]
A finales de 1945 regresó a Estados Unidos por cuarta vez, esta vez como cónsul en Los Ángeles y, con el dinero ganado con el premio, se compró una casa en Santa Bárbara.[8] Será allí donde al año siguiente escribiría gran parte de Lagar I, en muchos de cuyos poemas se observa la huella de la Segunda Guerra Mundial, y que será publicado en Chile en 1954.
En 1946, conoció a Doris Dana, una escritora estadounidense con quien estableció una controvertida relación sentimental, y de quien no se separaría hasta su muerte

FUNDIDOS EN UN ABRAZO, PARA LAS MADRES. ... MONICALEPECABELLO



FUNDIDOS EN UN ABRAZO....

Fundidos en un abrazo...,
me sostenías vigotoroso.
No sentimos  la temperatura del sol
como jóvenes lo difrutabamos...,
pues amándonos
 éramos  uno.

Ahora ya no es así...,
pero aún seguimos amándonos...,
todavía somos uno...,
  con la complicidad del sol.